El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos marcando un hito extraordinario para la humanidad por cuanto proclamó 30 ° artículos claros y concisos a favor de las personas en el mundo y del cual constituyó el gran baluarte de los derechos humanos frente a la opresión y la discriminación.
En la actualidad la declaración sigue influyendo en la vida de las personas, inspirando en el activismo y la legislación de los países. Cada uno de nosotros está llamado en muy diversas formas y a través distintos espacios a promover el respeto de estos derechos y a rechazar todo cuanto se oponga a su ejercicio. Todo aquel que ejerza un trabajo relacionada con la justicia, la dignidad y garantía de la libertad es un defensor de los derechos humanos.
Todavía existe una agenda por resolver en derechos humanos, y por eso debemos seguir trabajando por una afirmación común buscando una sociedad más equitativa y justa para todos.
"Los derechos humanos no se violan solo por el terrorismo, represión o asesinato, sino por estructuras económicas injustas que crean enormes desigualdades". (Papa Francisco)
Son 71 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sin embargo en todo el mundo se siguen vulnerando, pese a que son precisos y concisos tal y como lo declaró dicho documento, la vulneración viene al interior de una sociedad, de un país, a nivel de potencias mundiales, más ellas a que tienen pleno conocimiento del texto puesto que algunos países han suscrito el convenio respectivo, siempre habrá una parte débil al que un ser superior le esté menoscabando sus derechos, y estamos muy lejanos algunos de poner parte de nosotros para que eso ocurra, nos hacemos de los oídos sordos y ciegos. Pues cada ciudadano debemos sabes que tenemos derechos que están divididos en Generaciones. Los de Primera Generación que corresponde a los derechos civiles y políticos (A la vida, a la libertad, igualdad, etc), Los de Segunda Generación para mejoramiento de las condiciones de vida ( Ejm: Derecho a un salario justo, a la libertad de asociación, a formar parte de la vida cultural, a un nivel de vida adecuado, derecho a la salud física y mental, etc), y por último los de Tercera generación que comprenden los derechos de los pueblos o derechos de solidaridad (derecho a la autodeterminación, , derecho a la independencia económica y política, a la identidad cultural, a la cooperación internacional y regional, etc); el respeto de cada uno de estos derechos se debe inculcar al interior de la Familia como núcleo y cédula de la sociedad, es allí donde nos formamos en valores.
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