jueves, 28 de mayo de 2020

Educación Constitucional: Conociendo la Constitución Política y los dere...



Por una invitación de la Asociación de Estudiantes "Corpus Iuris" de la Facultad de Derecho de la UPC comparto este segmento denominado "Educación Constitucional" en la que se abordan temas constitucionales referida a la Constitución Política desde conceptos jurídicos constitucionales, su razon de ser, su forma de cómo organiza juridicamente al Estado, sus límites en torno a los que detentan el poder, sus antecedentes históricos de surgimiento de las cartas magnas, el rol del Poder Constituyente originario y del Poder Constituyente  derivado o reformador.  

También se aborda la parte dogmática referida a los derechos fundamentales y a las garantias constitucionales como mecanismo de protección cuando son vulnerados o amenzados constitucionalmente. Entre las garantias se destaca el habeas corpus, el amparo, el habeas data, entre otros.

Gracias por la vista al video y los comentarios que puedan realizar.



sábado, 23 de mayo de 2020

Protegiendo derechos: balance y medidas a tomar para luchar contra el coronavirus



Han trascurrido 68 días desde que se decretó el estado de emergencia y el aislamiento social obligatorio en todo el país con la finalidad de mitigar el avance del coronavirus. El gobierno ha decido ampliar hasta el 30 de junio, sin embargo, las medidas dictadas por el gobierno para controlar este virus no han logrado alcanzar los resultados esperados y, al contrario, se ha dado un aumento de casos positivos de manera incontenible afectando tanto la ciudad capital y el interior del país. 

Según el reporte del Ministerio de Salud, al presente el número de infectados llegó a los 111,698 y aumentó a 3,244 la cifra de fallecidos. Impensable que pudiéramos llegar a este nivel de contagio. ¿en qué estamos errando? ¿por qué las medidas del gobierno no son tan eficaces? ¿es responsable la población por no acatar las medidas? ¿deberá seguir extendiéndose el estado emergencia después del 24 de mayo?

Al respecto, cada uno de nosotros puede sacar sus propias conclusiones. Lo cierto es que esta es una realidad dramática de la situación humanitaria y del colapso al que hemos llegado de los servicios de asistencias sanitaria. El desborde ocurrido de pacientes contagiados y las limitaciones materiales encontradas dentro de los hospitales, ha afectado a muchas personas por falta de una atención adecuada desde el momento que ingresan los hospitales hasta la gravedad de su salud. Esto con el consecuente no retorno a sus hogares, puesto que fallecen bajo estas condiciones difíciles.

En este nuevo escenario, en los próximos días, el gobierno deberá replantear una nueva estrategia sanitaria que permita combatir al coronavirus de manera eficaz involucrando con mayor intensidad a los diferentes subniveles de gobierno -regional y local-, ministerios, colegios médicos y expertos, de tal manera que exista una mayor articulación efectiva entre ellas y que permita mitigar el avance del COVID-19. 

Es tiempo de corregir lo que no funcionó bien. Esta estrategia deberá centrarse en proteger a los grupos más vulnerables, en intervenir drásticamente aquellos lugares de propagación como los mercados, los cuales deben permanecer cerrados temporalmente. El Estado no debe abdicar en la atención de las personas adultas, debe protegerlas al máximo, debe ayudar a las personas que vienen siendo afectadas económicamente a los cuales no ha logrado llegar la ayuda. Estamos en tiempo de crisis y todos debemos redoblar esfuerzos, de lo contrario, seguirá aumentado la cantidad de contagiados y de muertos en el país. 

Por otro lado, ante el colapso de la infraestructura hospitalaria, se ha sumado el reclamo del personal médico y de enfermeras por no recibir apoyo del gobierno central, pese a que son los héroes en primera línea y están dando sus vidas por salvar la de sus pacientes y luchando contra este “enemigo invisible” despiadado y letal. 

Es así que todos debemos contribuir a vencerlo, poniendo en práctica todas las recomendaciones de higiene y distanciamiento social dada por la Organización Mundial de la Salud. Son tiempos de solidaridad, de prevención, de calma y de reflexión en nuestras vidas en sociedad.

Derechos humanos: De nosotros depende poner un límite al COVID-19



El gobierno acaba de ampliar el estado de emergencia hasta el domingo 24 de mayo con el fin de enfrentar nuevamente una dura batalla contra el coronavirus. Este nuevo confinamiento obedece a que en las últimas semanas se ha venido incrementando la cifra de contagiados. Según reporte del Ministerio de Salud, al presente subió 68,822 y aumentó a 1,961 la cifra de fallecidos. Cabe preguntarnos: ¿esta decisión fue la correcta o no? ¿qué hubiera pasado si se daba por termino el aislamiento social y todos volvíamos a nuestras actividades? Lo más probable es que el contagio se hubiera multiplicado en cuestión de días, toda vez que este se produce a través del contacto que se da entre personas infectadas y en esas condiciones era poner en grave riesgo la salud pública de toda la población.

El aumento de casos positivos no solo se viene dando en la capital sino también en el interior, con la cruda realidad de lo que está pasando en los hospitales públicos y el colapso visto del servicio sanitario sin respuesta inmediata, afectando no solo a pacientes sino extendiéndose al propio personal médico. Debemos reconocer que durante todo este tiempo se han dictado todo tipo de medidas excepcionales para paliar los efectos del COVID-19 con el objetivo de controlar a este “enemigo invisible” pero es duro de roer e imparable en el contagio mortal. Tenemos que ser autocríticos la ciudadanía no ha colaborado íntegramente para evitar el contagio. Depende de nosotros poner un límite al avance del coronavirus para retornar seguros, controlados y con cuidado a nuestras actividades evitando todo contagio posible en el futuro.

Con la llegada de la pandemia ha devenido en una crisis, no solo sanitaria, con infectados y pérdidas de vidas humanas, sino con repercusiones económicas y sociales. Por lo tanto, actualmente estamos viendo los efectos de este mismo y se agravará aún mas de cara al futuro. Es ahí donde nuestros derechos se verán afectados en todo orden. Sí bien es cierto, es una necesidad para la población acudir a los servicios que requiera y por otro lado buscar ingresos económicos para sus familias, no deben ponerse en riesgo la vida, la integridad y la salud de las personas y de los miembros que integran el núcleo familiar.

Por otro lado, los gobiernos regionales y municipales deben intervenir de manera eficaz en el ámbito de sus competencias, coadyuvando de mejor forma en la atención, en el orden de los servicios y en el cumplimiento del aislamiento social obligatorio decretado. Es deber de ellos proteger también los derechos fundamentales de las personas, de no hacerlo serán responsables por no intervenir salvaguardando los derechos de la población en tiempo de crisis.

Una reflexión final esta pandemia ha revelado por un lado nuestra realidad social, desde nuestras carencias, deficiencias en los servicios sanitarios, la informalidad laboral, el hacinamiento, la sobrepoblación en las cárceles, las precarias condiciones de infraestructura en la que conviven los internos y nuestra falta grave de obediencia de las personas por no acatar la cuarentena. Por otro lado, nos ha permitido valorar, más allá de los temores y la adversidad, el valor de la vida, el valor del amor, el valor de la humildad, el valor de la solidaridad, el derecho a la esperanza y la unidad familiar y espiritual entre todos.