Cuando los derechos humanos a nivel internacional se politizan y no se defienden íntegramente pierden su esencia en su razón de ser en cuanto a la protección de la dignidad, derechos y libertades del ser humano. Como lo que acaba de ocurrir dentro del seno del Consejo de Derechos Humanos de la ONU al haber sido admitido el gobierno dictatorial de Venezuela como miembro de esta instancia internacional el cual se supone debe velar por el respeto de los derechos humanos por parte de los Estados en el mundo.
Con esta decisión este organismo cae en la complicidad de las violaciones sistemáticas que se han venido denunciando en materia de derechos humanos; en la total impunidad en el castigo a los responsables; en la permisión de la corrupción estatal; en el atraso aún más de la pobreza y en la hambruna que viene afectando a millones de venezolanos que han salido del país y en el aumento de la carencia de los servicios básicos que el estado debe brindar a la población.
Creemos que la causa de los derechos humanos a nivel internacional debe ser única en la defensa y debe ser trasversal al interior de las instancias de la ONU por lo que representan y soslayar un informe tan importante y debidamente documentado de la ACDH, nos lleva a preguntarnos cómo queda en pie este informe.
La Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos, con esta decisión, perdió legitimidad en sus informes que condenaban al gobierno de Venezuela, la Alta Comisionada, Michelle Bachelet, debe renunciar de inmediato al cargo por un cuestión moral y de principio de lo que defiende en materia de derechos humanos a favor de las personas que sufren por estas dictaduras.